El yoga se convierte en nuestra profesión, cuando experimentamos en carne propia todos los beneficios que la práctica regular trae a nuestras vidas. De repente estamos más tranquilos, más relajados, disfrutamos de la vida como antes no lo hacíamos, nuestro cuerpo está menos cansado y nuestra mente parece querer soltar poco a poco el control, nuestro sistema inmune comienza a mejorar y fortalecerse dia tras dia, entonces como si volviéramos a nacer nuestra vida se llena de energía y nos inunda una gratitud inmensa hacia la práctica, con una disciplina que no creíamos poseer, nuestra práctica se convierte en el centro de nuestra vida.

Es en ese momento que queremos compartir esta experiencia y contarle a todos que pueden sanar sus cuerpos y sus mentes, que sus vidas pueden ser fuente de felicidad y salud, que no están condenados al sufrimiento, al dolor y a la enfermedad, que hay una salida y que nosotros somos prueba de todo eso. Es en ese momento que no queremos vivir un día más sin compartir cada concepto nuevo  que aprendemos, cada movimiento que experimentamos y como estos abren canales que expanden nuestra conciencia y aumentan nuestra energía. 

Por esto nos volvemos profesores, porque sabemos que este  mundo nos necesita y que cada ser humano que coincida con nosotros  podrá experimentar un poco más de paz, un poco más de salud, un poco más de alegría………..en fin un poco de esa luz que el yoga trajo a nuestras vidas.